GUERRA FEDERAL-1860.
VENEZUELA, SAN CARLOS, ESTADO COJEDES.
PERSONAJES: TRES
HERMANAS PERTENECIENTES A UNA FAMILIA DE TERRATENIENTES CONSERVADORES DE LA
ÉPOCA, HIJAS DE ESPAÑOLES, HEREDERAS DE LA CULTURA COLONIAL.
LA MAYOR DE LAS TRES, DE UNOS
35 AÑOS APROXIMADAMENTE… DE NOMBRE MARÍA DE LOS ANGELES, SOLERA, DE CARÁCTER
AGRIO, DOMINANTE, FANÁTICA RELIGIOSA, AUTONOMBRADA JEFA DE LA CASA.
LA SEGUNDA DE LA CASA, MARÍA
DEL ROSARIO, SOLTERA, TEMEROSA E INSEGURA, EDAD, UNOS 25 AÑOS, OBEDIENTE AL
EXTREMO DE SU HERMANA MAYOR.
MARÍA DE JESÚS, LA MENOR, DE
UNOS 20 AÑOS, IRREVERENTE, QUIEN SE AUTODENOMINA: NO RELIGIOSA, NO CONSERVADORA
Y DE IDEAS LIBERALES.
UNA INDIA, UN INDIO.
UN SOLDADO.
AMBIENTE: UNA
SALA DECORADA AL MÁS PERFECTO DETALLE CONSERVADOR DE LA ÉPOCA.
LAS DOS MAYORES VISTEN DE
NEGRO Y LA MENOR CON COLORES MÁS VIVOS…REGRESANDO DEL ENTIERRO DE LA MADRE,
QUIEN FALLECE UN AÑO DESPUÉS DEL PADRE. SEGÚN MARÍA DE LOS ANGELES AMBOS PADRES
MUEREN PRODUCTO DE LAS ANGUSTIAS OCASIONADAS POR LAS REBELIONES PRESENTES EN EL
CENTRO DEL PAÍS, LIDERIZADAS POR LOS LIBERALES.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -María de Jesús, ya debes estar satisfecha,
hoy enterramos a mi madre.
MARÍA
DE JESÚS: (La mira con dolor). –También era la mía, y la de María
del Rosario, (se marcha).
MARÍA
DEL ROSARIO: (Con algunas señas le hace un reclamo a su
hermana mayor y se dispone a seguir a María de Jesús, esa acción la detiene la
hermana mayor, quien le ordena):
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Tráeme un vaso de agua-
MARÍA
DEL ROSARIO: (Regresa con el vaso de agua)
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Busca a María de Jesús, para comenzar el
rosario y rezar por el eterno descanso de nuestros padres y nos proteja de los
indios, negros y pata en el suelo que se quieren quedar con nuestras tierras,
que andan causando revueltas en todo el país, hay que proteger las tierras que
tanto trabajo nos ha causado a nosotros y a nuestros padres y antepasados
cuidar…y que además por mucho tiempo sirvieron para darles de comer a esos
muertos de hambre que ahora nos las quieren quitar..
MARÍA
DEL ROSARIO: (Nerviosa) Bueno…e e ese…era su pago por el
trabajo…que realizaban para toda la familia.
MARÍA
DE LOS ANGELES: (De forma brusca la toma de un brazo y la
sacude) -¿Qué te pasa?… ¿ahora tú también te vas a poner en contra de las
leyes?...
Igual que María de Jesús, con
esas ideas liberales, (en tono de burla), de tierra y hombres libres…esa loca,
persiguiendo a un hombre a caballo, llegando el mencionado Zamora a este
pueblo, se declaró en pugna abierta con la jefatura, invadiendo atribuciones y
destacando el carácter con el que se encontraba investida la primera autoridad
civil, (María de los Angeles hace una pausa bastante ofuscada y le ordena a la
hermana)
–¡Ve a buscarla!
(María del Rosario sale de la
habitación, se dirige a buscar a su hermana menor y María de los Angeles se
arrodilla frente a un pequeño altar, (aparecen luego ambas hermanas un tanto
nerviosas sin querer entra a la sala definitivamente María del Rosario mientras
María de Jesús se queda un poco atrás…)
MARÍA
DE LOS ANGELES:-Vamos…Vamos…termina de entrar, a ver si
rezando le sacamos esas ideas…ideas locas a María de Jesús de la cabeza…entre
tú y yo; esa muchacha tiene el demonio por dentro…hasta me parece que esconde
algo (se santigua).
MARÍA
DEL ROSARIO: -¿Qué? Ella no esconde nada… no digas esas cosas
del demonio… además, es nuestra hermana.
MARÍA
DE LOS ANGELES: (Pausa un tanto reflexiva), una hermana que
nos abandonó y de no haber sido por nuestro padre que negocio su regreso y la
trajo a la fuerza estaría perdida o quizás muerta… (Reflexiva) aunque no sé…
tal vez eso habría sido mejor.
MARÍA
DEL ROSARIO: -¡Estás loca!
MARÍA
DE LOS ANGELES:- ¿Loca, loca, loca?...loca es ella y sus
ideas.
(Entra María de Jesús y las
sorprende hablando de ella.
MARÍA
DE JESÚS: -…-no son ideas locas…si fuesen locas no habría tanta gente
sumándose a esas luchas en todo el país.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Bueno y quien dice que no están todos
locos…empezando por ese hombre a caballo que apareció un día en tu vida y te
envolvió, y por el que te fuiste a buscar no sé qué…como una cualquiera, (La
interrumpe María de Jesús).
MARÍA
DE JESÚS:-¡Libertad!
¡Justicia!
MARÍA
DE LOS ANGELES:-Qué diría Estefanía Falcón. ¿Sabes quién es?
(Acercándose al oído de su hermana como si le dijera un secreto) su esposa.
MARÍA
DE JESÚS:-Lo que me arrastró a ese hombre a caballo como tú lo llamas
fueron sus ideas, sus pensamientos. Aún recuerdo la primera vez que lo escuché
hablar y le oí decir: -No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni
dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que sin bajar la frente se
traten de quien a quien. Eso fue lo que me arrastró a Zamora y no lo
que tu mente retorcida, siniestra y macabra pueda imaginar. ¡No fui detrás de
un hombre! ¡Fui detrás de una idea! ¿Sabes que leí en tu Biblia? Esa biblia que
tanto pregonas y no te quitas del pecho. El justo se preocupa por la causa de los
más necesitados, pero el impío no entiende tal preocupación. ¡Eres una
hipócrita María de los Angeles!... tan hipócrita como los que detentan el
poder.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¡Cállate! Si te escuchan vamos a parar todas
en un paredón de fusilamiento… ¿No te das cuenta que por culpa de esas ideas
nos hemos quedado sin sirvientes? Muy probablemente nos quiten las tierras y
hasta nuestra casa… ¿No entiendes eso?
MARÍA
DE JESÚS: -Estás atada, atada a las viejas ideas, la vieja
idea, hay que golpearla, golpearla, golpearla. Pero golpearla sin clemencia.
Todos los días por todas partes. Las viejas costumbres…si no lo hacemos, si no
la demolemos, ellas nos van a demoler tarde o temprano y jamás seremos libres,
esa es mi lucha y es la lucha de muchos… si notas un estremecimiento en mis
labios y en mi corazón cuando pronuncio el nombre de Ezequiel Zamora, el
legendario general de los hombres libres…como un día lo bautizó el pueblo. ¡Es
porque soy militante! Comulgo con sus ideas…
(Transición)
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Bueno…no todo son malas noticias…parece
que…que…cayó en San Carlos.
MARÍA
DEL ROSARIO: -¿Quéééé? ¿Murió? ¿En la batalla?
MARÍA
DE JESÚS: (Sólo la mira y calla)
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Pues claro…por allí dicen que anda la cuerda
de indios, negros muertos de hambre que según él formaban su ejército, buscando
donde esconderse, buscando meterse hasta debajo de las piedras…ahora si están
asustados, no como en Santa Inés… (Se voltea y mira a María de Jesús), cuando
te fuiste con ellos ¿te acuerdas? Pero la justicia divina tiene su hora y…
(María de Jesús la interrumpe).
MARÍA
DE JESÚS: -Siempre habrá un traidor, dispuesto a vender su
conciencia por cuatro reales.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Lo llamaría héroe.
MARÍA
DE JESÚS: -Estás amargada, tienes mucho odio y me
entristece verte así.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Sí, ¿y cómo quieres que esté?... Si lo he
perdido todo, a punto estoy hasta de perder la patria.
MARÍA
DE JESÚS: -Al contrario, toda esta lucha lo que pretende
es devolvérnosla.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Sí…ja ja ja…no me digas… ¿y cómo?...
robándole a la gente buena, trabajadora, gente de Dios, para dársela a los
indios y negros, muertos de hambre…no me hagas reír hermanita, eso es lo que
pregona ese hombre… ¡el hombre por el que abandonaste a tu madre, tu padre, tu
familia! Eres una irresponsable.
MARÍA
DE JESÚS: -Te voy a decir cómo nos devolverá la patria;
haciendo desaparecer las clases sociales, un reparto de tierras justo, porque
como dice el general “LA TIERRA LIBRE ES DE TODOS”, eliminando
las contribuciones, echando del gobierno a los opresores y terminando con la
oligarquía.
MARÍA
DE LOS ANGELES: (Sin saber que responder y notoriamente
ofuscada), no te vengas a hacer ahora la buena, yo te conozco perfectamente…
(Dirigiéndose a María del Rosario), ella fue la causante de la muerte de
nuestros padres…con eso de tierra y hombres libres, la federación y todas esas
locuras.
MARÍA
DE JESÚS: -¡No!, tú no me conoces, sí, me fui y lo
volvería a hacer una y mil veces más…al igual que mucha más gente…cada hombre,
mujer, y cada niño hambriento que encontré en mi camino, era mi madre, mi
padre, mi hermano…
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¡Qué bien! Ahora tu familia está en la
calle.
MARÍA
DEL ROSARIO: -¡Ya está bueno! Dejen de discutir, van a
despertar a los muertos.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¡Cállate!
MARÍA
DEL ROSARIO: -Bueno, tú dijiste que ya está muerto.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¡Sí!, está muerto, muerto, muerto…y
enterrado, con todo y sus ideales federalistas.
MARÍA
DE JESÚS: -Jajajajajajaja (Entra en estado de locura), ¿muerto?
¿Muerto y enterrado?
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¿Viste? ¿Viste? Te dije que estaba loca…ella
tiene el demonio adentro.
MARÍA
DEL ROSARIO: -María de Jesús, me estás asustando ¿Qué te
pasa? ¿Qué te pasa?, no me digas que es verdad que tienes el diablo adentro
como dice María de los Angeles…
MARÍA
DE JESÚS: -Ellos piensan que Zamora ha muerto, ustedes
piensan que Zamora ha muerto. Zamora cabalga señores…en los zapatos del pueblo,
en los pies descalzos del pueblo, en las manos del pueblo, de los hombres y mujeres del pueblo, y está
dispuesto a estremecer la paz de los oligarcas, de los hipócritas que ponen
caras de buenos para engañar al pueblo y tienen sus manos manchadas de sangre y
se venden y traicionan… ¡Abrid las compuertas del miedo oligarcas!...¡Zamora
cabalga al frente de los ejércitos del pueblo! Zamora el general del pueblo
está más vivo que nunca y sus ideas se esparcen como el viento. SÍ… ¡Que viva
la federación!...Tierra y hombres libres…¡si existe culpa en eso, soy culpable.
¡Que viva Zamora, el general del pueblo!... (Transición)
(Con tono sarcástico) -y te
digo más… ¡Aquí en tu casa tengo un indio y una india preñada que formaban
parte de su ejército!
MARÍA
DE LOS ANGELES: -No,…eso no es verdad. Tú me quieres
asustar…o…no…nooo…estás delirando, tienes fiebre…
MARÍA
DEL ROSARIO: -Yo los vi, es verdad, están débiles y
hambrientos.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¿Quéé?... ¡Me traicionaste!...eres cómplice
de esta locura…
MARÍA
DEL ROSARIO: -¡No!... es lo correcto…el indio es Joaquín, un
indio que trabajó mucho tiempo para nuestra familia.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Y se fue con un arma a pelear contra
nosotros…
MARÍA
DEL ROSARIO: -No, contra el abuso…
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¡Cállate! (E intenta golpearla) (En ese
momento interviene María de Jesús y la sujeta la mano) (Tocan la puerta desde
la calle)
MARÍA
DEL ROSARIO: -¿Quién es?
SOLDADO: -Soldado
del ejército, haciendo una ronda, ¡Abran la puerta!
MARÍA
DEL ROSARIO: -Un…un mo…momento. (Dirigiéndose a sus hermanas)
¿Y ahora qué?...ya estamos listas, ahora sí…aquí fue… (María de Jesús abre la
puerta dispuesta a todo)
MARÍA
DE JESÚS: -Voy a abrir la puerta y tú tomas la decisión
que te dicte la conciencia, (Abre la puerta y entra un soldado, todas están muy
tensas y nerviosas)
SOLDADO:
-Buenas
noches, estamos haciendo una ronda por esta zona, hay información de que
soldados del ejército liberal después de la derrota en San Carlos se
desplegaron por acá buscando esconderse, en estas tierras hay testigos de que
los han visto.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¿Son peligrosos?
SOLDADO: -Sí,
son sanguinarios, y están armados hasta los dientes…
MARÍA
DEL ROSARIO: -No hemos visto a nadie así…
SOLDADO: -Nos
preocupa la seguridad de gente de bien como ustedes.
MARÍA
DE JESÚS: -No se preocupe por nosotros, sabremos cuidarnos.
SOLDADO:
-Bueno,
la siguiente ronda será en la mañana, estén alertas.
MARÍA
DE JESÚS: -¡Así será!...Gracias por preocuparse tanto por
la gente de bien como nosotros (Con cinismo)
MARÍA
DE JESÚS: (Dirigiéndose a su hermana mayor), -gracias por no
delatarlos.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -No lo hice por ti, ni por los muertos de
hambre esos que tienes escondidos, lo hice por nuestro apellido…se vería muy
mal que sospechen que nosotras albergamos a unos fugitivos…pero sácalos de
nuestra casa en este instante, (Explicando su pequeño plan) o de lo contrario,
busco a los soldados y les diré que apenas se fueron… los delincuentes
sometieron a mis hermanas y que sólo yo pude escapar…y que las están obligando
a… (En ese momento ve sorprendida y aterrada hacia el frente) Ay Dios mío ¿Qué
es esto? (Justo en ese momento entra Joaquín acompañado de una mujer preñada)
EL
HOMBRE: -Señora, nosotros nos vamos…perdonen la molestia (Lo
interrumpe María de los Angeles)
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Lo último que debiste pensar fue en venir a
esta casa, aquí no eres bienvenido…muerto de hambre, desagradecido.
MARÍA
DE JESÚS: -Yo se lo pedí, y aproveché el velorio de
nuestra madre mientras todos estaban distraídos para hacerlo entrar.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¿Quéééé? …y con la mujer preñada…
JOAQUÍN:
-No
es mi mujer, la recogí en el camino…y no la podía dejar sola, así qué…
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Así que nada…se van ya fuera de mi casa…
JOAQUÍN: -Yo
me voy señora, pero déjela a ella esconderse mientras…
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Mientras nada, ¿Qué pretendes? Que esa mujer
enferma para en mi casa…y que nos maten a todos por culpa de una india… y su
hijo…
MARÍA
DE JESÚS: -No se van…si ellos se tienen que ir, yo también me voy.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Definitivamente has perdido el juicio. Has
perdido el juicio, nosotros somos tu familia, y aunque no lo creas yo te quiero
María de Jesús, y estoy dispuesta a perdonar todos tus errores.
MARÍA
DEL ROSARIO: -¿Y quién dice que es ella la que está
equivocada?
MARÍA
DE LOS ANGELES: -¡Yo!...y la Ley.
MARÍA
DEL ROSARIO: -¿Qué ley? ¿Dónde está escrito? no le puedes
prohibir pensar, ¿vas a encadenar su pensamiento?...tendrás que encadenar a
mucha gente…
MARÍA
DE JESÚS: -No quiero tu perdón, soy joven, soy fuerte, soy
inocente…tu perdón me inflamaría…no he hecho nada por lo que tengas que
perdonarme…
JOAQUÍN:
-Su
hermana tiene razón señorita, usted no debe exponerse de esa forma, nosotros
nos vamos…
MARÍA
DE JESÚS: -¿Qué pretendes, que para en la calle? No, no y
no.
(En eso entra en trabajo de
parto la india en plena sala de la casa)
MARÍA
DEL ROSARIO: -¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Y ahora? ¡Ay Dios
mío! (Brincando de lado a lado), ya sé, busca agua caliente y paños limpios.
MARÍA
DE JESÚS: -Pero…pero…. ¡Hagan algo!
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Te lo dije, te lo dije, te lo dije…ahora ese
niño bastardo va a nacer en mi casa.
(En ese momento entra María
del Rosario con las toallas, el agua y todos los implementos médicos)
MARÍA
DE JESÚS: -¿Y ahora qué hacemos?
MARÍA
DEL ROSARIO: -Ay, yo, yo, yo no sé ¿Qué hacemos?
JOAQUÍN:
-No
sé, nun nunca he visto esto…8En ese momento María de los Angeles aparta a todos
y es ella la que ayuda a la india en su labor de parto)
MARÍA
DE LOS ANGELES: -Dame espacio…yo he hecho esto en algunas
ocasiones, he ayudado a varias de mis primas en su labor de parto.
(Nace la niña justo al
amanecer)
MARÍA
DEL ROSARIO: -Bendita seas hermana.
MARÍA
DE JESÚS: -Yo sabía que tu corazón no era una roca…
(María de los Angeles coloca a
la niña en los brazos de María del Rosario quien la coloca en el regazo de su
madre, en ese momento tocan la puerta: toc, toc, toc)
SOLDADO:
-Es
la ronda matutina, ¿Alguna novedad? ¡Abran la puerta!
(En ese momento todas las
miradas fueron dirigidas a María de los Angeles, esperando que ella los
delatara, María de los Angeles los ve a todos, se acicala y abre la puerta)
MARÍA
DE LOS ANGELES: -No, ninguna novedad soldado (Y luego cómo si
se arrepintiera de todo lo que dijo llama nuevamente al soldado y le dice)
–Disculpe soldado…sí hay novedad…disculpe que no tengamos nada para ofrecerle.
MARÍA
DE LOS ANGELES: -No sé la verdad, no logro entender nada…no
entiendo esa lucha, creo que quieren morir todos.
MARÍA
DE JESÚS: (Reflexiva) -Sí… ¡Pero con dignidad!
FIN