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lunes, 13 de marzo de 2017

OBRA: LAS TRES HERMANAS

GUERRA FEDERAL-1860. VENEZUELA, SAN CARLOS, ESTADO COJEDES.
PERSONAJES: TRES HERMANAS PERTENECIENTES A UNA FAMILIA DE TERRATENIENTES CONSERVADORES DE LA ÉPOCA, HIJAS DE ESPAÑOLES, HEREDERAS DE LA CULTURA COLONIAL.
LA MAYOR DE LAS TRES, DE UNOS 35 AÑOS APROXIMADAMENTE… DE NOMBRE MARÍA DE LOS ANGELES, SOLERA, DE CARÁCTER AGRIO, DOMINANTE, FANÁTICA RELIGIOSA, AUTONOMBRADA JEFA DE LA CASA.
LA SEGUNDA DE LA CASA, MARÍA DEL ROSARIO, SOLTERA, TEMEROSA E INSEGURA, EDAD, UNOS 25 AÑOS, OBEDIENTE AL EXTREMO DE SU HERMANA MAYOR.
MARÍA DE JESÚS, LA MENOR, DE UNOS 20 AÑOS, IRREVERENTE, QUIEN SE AUTODENOMINA: NO RELIGIOSA, NO CONSERVADORA Y DE IDEAS LIBERALES.
UNA INDIA, UN INDIO.
UN SOLDADO.
AMBIENTE: UNA SALA DECORADA AL MÁS PERFECTO DETALLE CONSERVADOR DE LA ÉPOCA.
LAS DOS MAYORES VISTEN DE NEGRO Y LA MENOR CON COLORES MÁS VIVOS…REGRESANDO DEL ENTIERRO DE LA MADRE, QUIEN FALLECE UN AÑO DESPUÉS DEL PADRE. SEGÚN MARÍA DE LOS ANGELES AMBOS PADRES MUEREN PRODUCTO DE LAS ANGUSTIAS OCASIONADAS POR LAS REBELIONES PRESENTES EN EL CENTRO DEL PAÍS, LIDERIZADAS POR LOS LIBERALES.
MARÍA DE LOS ANGELES: -María de Jesús, ya debes estar satisfecha, hoy enterramos a mi madre.
MARÍA DE JESÚS: (La mira con dolor). –También era la mía, y la de María del Rosario, (se marcha).
MARÍA DEL ROSARIO: (Con algunas señas le hace un reclamo a su hermana mayor y se dispone a seguir a María de Jesús, esa acción la detiene la hermana mayor, quien le ordena):
MARÍA DE LOS ANGELES: -Tráeme un vaso de agua-
MARÍA DEL ROSARIO: (Regresa con el vaso de agua)
MARÍA DE LOS ANGELES: -Busca a María de Jesús, para comenzar el rosario y rezar por el eterno descanso de nuestros padres y nos proteja de los indios, negros y pata en el suelo que se quieren quedar con nuestras tierras, que andan causando revueltas en todo el país, hay que proteger las tierras que tanto trabajo nos ha causado a nosotros y a nuestros padres y antepasados cuidar…y que además por mucho tiempo sirvieron para darles de comer a esos muertos de hambre que ahora nos las quieren quitar..
MARÍA DEL ROSARIO: (Nerviosa) Bueno…e e ese…era su pago por el trabajo…que realizaban para toda la familia.
MARÍA DE LOS ANGELES: (De forma brusca la toma de un brazo y la sacude) -¿Qué te pasa?… ¿ahora tú también te vas a poner en contra de las leyes?...
Igual que María de Jesús, con esas ideas liberales, (en tono de burla), de tierra y hombres libres…esa loca, persiguiendo a un hombre a caballo, llegando el mencionado Zamora a este pueblo, se declaró en pugna abierta con la jefatura, invadiendo atribuciones y destacando el carácter con el que se encontraba investida la primera autoridad civil, (María de los Angeles hace una pausa bastante ofuscada y le ordena a la hermana)
–¡Ve a buscarla!
(María del Rosario sale de la habitación, se dirige a buscar a su hermana menor y María de los Angeles se arrodilla frente a un pequeño altar, (aparecen luego ambas hermanas un tanto nerviosas sin querer entra a la sala definitivamente María del Rosario mientras María de Jesús se queda un poco atrás…)
MARÍA DE LOS ANGELES:-Vamos…Vamos…termina de entrar, a ver si rezando le sacamos esas ideas…ideas locas a María de Jesús de la cabeza…entre tú y yo; esa muchacha tiene el demonio por dentro…hasta me parece que esconde algo (se santigua).
MARÍA DEL ROSARIO: -¿Qué? Ella no esconde nada… no digas esas cosas del demonio… además, es nuestra hermana.
MARÍA DE LOS ANGELES: (Pausa un tanto reflexiva), una hermana que nos abandonó y de no haber sido por nuestro padre que negocio su regreso y la trajo a la fuerza estaría perdida o quizás muerta… (Reflexiva) aunque no sé… tal vez eso habría sido mejor.
MARÍA DEL ROSARIO: -¡Estás loca!
MARÍA DE LOS ANGELES:- ¿Loca, loca, loca?...loca es ella y sus ideas.
(Entra María de Jesús y las sorprende hablando de ella.
MARÍA DE JESÚS: -…-no son ideas locas…si fuesen locas no habría tanta gente sumándose a esas luchas en todo el país.
MARÍA DE LOS ANGELES: -Bueno y quien dice que no están todos locos…empezando por ese hombre a caballo que apareció un día en tu vida y te envolvió, y por el que te fuiste a buscar no sé qué…como una cualquiera, (La interrumpe María de Jesús).
MARÍA DE JESÚS:-¡Libertad!   ¡Justicia!
MARÍA DE LOS ANGELES:-Qué diría Estefanía Falcón. ¿Sabes quién es? (Acercándose al oído de su hermana como si le dijera un secreto) su esposa.
MARÍA DE JESÚS:-Lo que me arrastró a ese hombre a caballo como tú lo llamas fueron sus ideas, sus pensamientos. Aún recuerdo la primera vez que lo escuché hablar y le oí decir: -No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que sin bajar la frente se traten de quien a quien. Eso fue lo que me arrastró a Zamora y no lo que tu mente retorcida, siniestra y macabra pueda imaginar. ¡No fui detrás de un hombre! ¡Fui detrás de una idea! ¿Sabes que leí en tu Biblia? Esa biblia que tanto pregonas y no te quitas del pecho. El justo se preocupa por la causa de los más necesitados, pero el impío no entiende tal preocupación. ¡Eres una hipócrita María de los Angeles!... tan hipócrita como los que detentan el poder.
MARÍA DE LOS ANGELES: -¡Cállate! Si te escuchan vamos a parar todas en un paredón de fusilamiento… ¿No te das cuenta que por culpa de esas ideas nos hemos quedado sin sirvientes? Muy probablemente nos quiten las tierras y hasta nuestra casa… ¿No entiendes eso?
MARÍA DE JESÚS: -Estás atada, atada a las viejas ideas, la vieja idea, hay que golpearla, golpearla, golpearla. Pero golpearla sin clemencia. Todos los días por todas partes. Las viejas costumbres…si no lo hacemos, si no la demolemos, ellas nos van a demoler tarde o temprano y jamás seremos libres, esa es mi lucha y es la lucha de muchos… si notas un estremecimiento en mis labios y en mi corazón cuando pronuncio el nombre de Ezequiel Zamora, el legendario general de los hombres libres…como un día lo bautizó el pueblo. ¡Es porque soy militante! Comulgo con sus ideas…
(Transición)
MARÍA DE LOS ANGELES: -Bueno…no todo son malas noticias…parece que…que…cayó en San Carlos.
MARÍA DEL ROSARIO: -¿Quéééé? ¿Murió? ¿En la batalla?
MARÍA DE JESÚS: (Sólo la mira y calla)
MARÍA DE LOS ANGELES: -Pues claro…por allí dicen que anda la cuerda de indios, negros muertos de hambre que según él formaban su ejército, buscando donde esconderse, buscando meterse hasta debajo de las piedras…ahora si están asustados, no como en Santa Inés… (Se voltea y mira a María de Jesús), cuando te fuiste con ellos ¿te acuerdas? Pero la justicia divina tiene su hora y… (María de Jesús la interrumpe).
MARÍA DE JESÚS: -Siempre habrá un traidor, dispuesto a vender su conciencia por cuatro reales.
MARÍA DE LOS ANGELES: -Lo llamaría héroe.
MARÍA DE JESÚS: -Estás amargada, tienes mucho odio y me entristece verte así.
MARÍA DE LOS ANGELES: -Sí, ¿y cómo quieres que esté?... Si lo he perdido todo, a punto estoy hasta de perder la patria.
MARÍA DE JESÚS: -Al contrario, toda esta lucha lo que pretende es devolvérnosla.
MARÍA DE LOS ANGELES: -Sí…ja ja ja…no me digas… ¿y cómo?... robándole a la gente buena, trabajadora, gente de Dios, para dársela a los indios y negros, muertos de hambre…no me hagas reír hermanita, eso es lo que pregona ese hombre… ¡el hombre por el que abandonaste a tu madre, tu padre, tu familia! Eres una irresponsable.
MARÍA DE JESÚS: -Te voy a decir cómo nos devolverá la patria; haciendo desaparecer las clases sociales, un reparto de tierras justo, porque como dice el general “LA TIERRA LIBRE ES DE TODOS”, eliminando las contribuciones, echando del gobierno a los opresores y terminando con la oligarquía.
MARÍA DE LOS ANGELES: (Sin saber que responder y notoriamente ofuscada), no te vengas a hacer ahora la buena, yo te conozco perfectamente… (Dirigiéndose a María del Rosario), ella fue la causante de la muerte de nuestros padres…con eso de tierra y hombres libres, la federación y todas esas locuras.
MARÍA DE JESÚS: -¡No!, tú no me conoces, sí, me fui y lo volvería a hacer una y mil veces más…al igual que mucha más gente…cada hombre, mujer, y cada niño hambriento que encontré en mi camino, era mi madre, mi padre, mi hermano…
MARÍA DE LOS ANGELES: -¡Qué bien! Ahora tu familia está en la calle.
MARÍA DEL ROSARIO: -¡Ya está bueno! Dejen de discutir, van a despertar a los muertos.
MARÍA DE LOS ANGELES: -¡Cállate!
MARÍA DEL ROSARIO: -Bueno, tú dijiste que ya está muerto.
MARÍA DE LOS ANGELES: -¡Sí!, está muerto, muerto, muerto…y enterrado, con todo y sus ideales federalistas.
MARÍA DE JESÚS: -Jajajajajajaja (Entra en estado de locura), ¿muerto? ¿Muerto y enterrado?
MARÍA DE LOS ANGELES: -¿Viste? ¿Viste? Te dije que estaba loca…ella tiene el demonio adentro.
MARÍA DEL ROSARIO: -María de Jesús, me estás asustando ¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa?, no me digas que es verdad que tienes el diablo adentro como dice María de los Angeles…
MARÍA DE JESÚS: -Ellos piensan que Zamora ha muerto, ustedes piensan que Zamora ha muerto. Zamora cabalga señores…en los zapatos del pueblo, en los pies descalzos del pueblo, en las manos del pueblo,  de los hombres y mujeres del pueblo, y está dispuesto a estremecer la paz de los oligarcas, de los hipócritas que ponen caras de buenos para engañar al pueblo y tienen sus manos manchadas de sangre y se venden y traicionan… ¡Abrid las compuertas del miedo oligarcas!...¡Zamora cabalga al frente de los ejércitos del pueblo! Zamora el general del pueblo está más vivo que nunca y sus ideas se esparcen como el viento. SÍ… ¡Que viva la federación!...Tierra y hombres libres…¡si existe culpa en eso, soy culpable. ¡Que viva Zamora, el general del pueblo!... (Transición)
(Con tono sarcástico) -y te digo más… ¡Aquí en tu casa tengo un indio y una india preñada que formaban parte de su ejército!
MARÍA DE LOS ANGELES: -No,…eso no es verdad. Tú me quieres asustar…o…no…nooo…estás delirando, tienes fiebre…
MARÍA DEL ROSARIO: -Yo los vi, es verdad, están débiles y hambrientos.
MARÍA DE LOS ANGELES: -¿Quéé?... ¡Me traicionaste!...eres cómplice de esta locura…
MARÍA DEL ROSARIO: -¡No!... es lo correcto…el indio es Joaquín, un indio que trabajó mucho tiempo para nuestra familia.
MARÍA DE LOS ANGELES: -Y se fue con un arma a pelear contra nosotros…
MARÍA DEL ROSARIO: -No, contra el abuso…
MARÍA DE LOS ANGELES: -¡Cállate! (E intenta golpearla) (En ese momento interviene María de Jesús y la sujeta la mano) (Tocan la puerta desde la calle)
MARÍA DEL ROSARIO: -¿Quién es?
SOLDADO: -Soldado del ejército, haciendo una ronda, ¡Abran la puerta!
MARÍA DEL ROSARIO: -Un…un mo…momento. (Dirigiéndose a sus hermanas) ¿Y ahora qué?...ya estamos listas, ahora sí…aquí fue… (María de Jesús abre la puerta dispuesta a todo)
MARÍA DE JESÚS: -Voy a abrir la puerta y tú tomas la decisión que te dicte la conciencia, (Abre la puerta y entra un soldado, todas están muy tensas y nerviosas)
SOLDADO: -Buenas noches, estamos haciendo una ronda por esta zona, hay información de que soldados del ejército liberal después de la derrota en San Carlos se desplegaron por acá buscando esconderse, en estas tierras hay testigos de que los han visto.    
MARÍA DE LOS ANGELES: -¿Son peligrosos?
SOLDADO: -Sí, son sanguinarios, y están armados hasta los dientes…
MARÍA DEL ROSARIO: -No hemos visto a nadie así…
SOLDADO: -Nos preocupa la seguridad de gente de bien como ustedes.
MARÍA DE JESÚS: -No se preocupe por nosotros, sabremos cuidarnos.
SOLDADO: -Bueno, la siguiente ronda será en la mañana, estén alertas.
MARÍA DE JESÚS: -¡Así será!...Gracias por preocuparse tanto por la gente de bien como nosotros (Con cinismo)
MARÍA DE JESÚS: (Dirigiéndose a su hermana mayor), -gracias por no delatarlos.
MARÍA DE LOS ANGELES: -No lo hice por ti, ni por los muertos de hambre esos que tienes escondidos, lo hice por nuestro apellido…se vería muy mal que sospechen que nosotras albergamos a unos fugitivos…pero sácalos de nuestra casa en este instante, (Explicando su pequeño plan) o de lo contrario, busco a los soldados y les diré que apenas se fueron… los delincuentes sometieron a mis hermanas y que sólo yo pude escapar…y que las están obligando a… (En ese momento ve sorprendida y aterrada hacia el frente) Ay Dios mío ¿Qué es esto? (Justo en ese momento entra Joaquín acompañado de una mujer preñada)
EL HOMBRE: -Señora, nosotros nos vamos…perdonen la molestia (Lo interrumpe María de los Angeles)
MARÍA DE LOS ANGELES: -Lo último que debiste pensar fue en venir a esta casa, aquí no eres bienvenido…muerto de hambre, desagradecido.
MARÍA DE JESÚS: -Yo se lo pedí, y aproveché el velorio de nuestra madre mientras todos estaban distraídos para hacerlo entrar.
MARÍA DE LOS ANGELES: -¿Quéééé? …y con la mujer preñada…
JOAQUÍN: -No es mi mujer, la recogí en el camino…y no la podía dejar sola, así qué…
MARÍA DE LOS ANGELES: -Así que nada…se van ya fuera de mi casa…
JOAQUÍN: -Yo me voy señora, pero déjela a ella esconderse mientras…
MARÍA DE LOS ANGELES: -Mientras nada, ¿Qué pretendes? Que esa mujer enferma para en mi casa…y que nos maten a todos por culpa de una india… y su hijo…
MARÍA DE JESÚS: -No se van…si ellos se tienen que ir, yo también me voy.
MARÍA DE LOS ANGELES: -Definitivamente has perdido el juicio. Has perdido el juicio, nosotros somos tu familia, y aunque no lo creas yo te quiero María de Jesús, y estoy dispuesta a perdonar todos tus errores.
MARÍA DEL ROSARIO: -¿Y quién dice que es ella la que está equivocada?
MARÍA DE LOS ANGELES: -¡Yo!...y la Ley.
MARÍA DEL ROSARIO: -¿Qué ley? ¿Dónde está escrito? no le puedes prohibir pensar, ¿vas a encadenar su pensamiento?...tendrás que encadenar a mucha gente…
MARÍA DE JESÚS: -No quiero tu perdón, soy joven, soy fuerte, soy inocente…tu perdón me inflamaría…no he hecho nada por lo que tengas que perdonarme…
JOAQUÍN: -Su hermana tiene razón señorita, usted no debe exponerse de esa forma, nosotros nos vamos…
MARÍA DE JESÚS: -¿Qué pretendes, que para en la calle? No, no y no.
(En eso entra en trabajo de parto la india en plena sala de la casa)
MARÍA DEL ROSARIO: -¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Y ahora? ¡Ay Dios mío! (Brincando de lado a lado), ya sé, busca agua caliente y paños limpios.
MARÍA DE JESÚS: -Pero…pero…. ¡Hagan algo!
MARÍA DE LOS ANGELES: -Te lo dije, te lo dije, te lo dije…ahora ese niño bastardo va a nacer en mi casa.
(En ese momento entra María del Rosario con las toallas, el agua y todos los implementos médicos)
MARÍA DE JESÚS: -¿Y ahora qué hacemos?
MARÍA DEL ROSARIO: -Ay, yo, yo, yo no sé ¿Qué hacemos?
JOAQUÍN: -No sé, nun nunca he visto esto…8En ese momento María de los Angeles aparta a todos y es ella la que ayuda a la india en su labor de parto)
MARÍA DE LOS ANGELES: -Dame espacio…yo he hecho esto en algunas ocasiones, he ayudado a varias de mis primas en su labor de parto.
(Nace la niña justo al amanecer)
MARÍA DEL ROSARIO: -Bendita seas hermana.
MARÍA DE JESÚS: -Yo sabía que tu corazón no era una roca…
(María de los Angeles coloca a la niña en los brazos de María del Rosario quien la coloca en el regazo de su madre, en ese momento tocan la puerta: toc, toc, toc)
SOLDADO: -Es la ronda matutina, ¿Alguna novedad? ¡Abran la puerta!
(En ese momento todas las miradas fueron dirigidas a María de los Angeles, esperando que ella los delatara, María de los Angeles los ve a todos, se acicala y abre la puerta)
MARÍA DE LOS ANGELES: -No, ninguna novedad soldado (Y luego cómo si se arrepintiera de todo lo que dijo llama nuevamente al soldado y le dice) –Disculpe soldado…sí hay novedad…disculpe que no tengamos nada para ofrecerle.
MARÍA DE LOS ANGELES: -No sé la verdad, no logro entender nada…no entiendo esa lucha, creo que quieren morir todos.
MARÍA DE JESÚS: (Reflexiva) -Sí… ¡Pero con dignidad!



FIN